El pasado 14 de abril de 2012 se conmemoró el centenario del nacimiento del gran fotógrafo francés Robert Doisneau. Sus imágenes tras la Segunda Guerra Mundial reflejaron la alegría y el exotismo
de un París liberado de Alemania, donde los personajes cotidianos se
convirtieron en el alma y corazón de su trabajo. Su fotografía del beso frente al Hotel de Ville de París se hizo mundialmente famosa.
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Fotografía de Robert Doisneau |
Sin embargo, en la actualidad resulta mucho más difícil que llegue al púbico este tipo de imágenes callejeras. Y no se trata de modas o tendencias, ni tampoco de falta de fotógrafos - que con el auge digital se ha multiplicado enormemente -. A partir de la Ley Orgánica española 1/1982, del 5 de mayo, de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen, no está permitido teóricamente captar, reproducir o publicar sin su consentimiento imágenes de personas sin proyección pública.
Es decir, aunque nos den permiso para tomarles la imagen, no podríamos publicarla en ningún medio o formato sin su consentimiento escrito. Esto en la práctica imposibilita el tipo de fotografías instantáneas callejeras con las que tanto nos han deleitado fotógrafos como el celebrado Robert Doisneau, Elliott Erwitt, Henry Cartier Bresson o nuestros Francesc Catalá Roca o Ramón Masats, ya que resultaría muy complicado pedir permiso por escrito a cada persona que fotografiamos en la calle.
Sin embargo, creo que nuestra sociedad es bastante hipócrita en este sentido, porque cuando se trata de otras culturas, parece que estas leyes de protección dejan de aplicarse, ¿ cómo se van a enterar de su publicación ?, ¿ poseen capacidad para denunciar ?.
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Imagen de niños nepalíes |
Me gustaría recibir comentarios en este sentido de fotógrafos profesionales o aficionados.