domingo, 29 de junio de 2014

Exposición fotográfica Henri Cartier-Bresson en sala Mapfre de Madrid


La exposición que pudo verse en la Fundación Mapfre hasta el 7 de septiembre de 2014 (Pso. Recoletos, 23) estuvo compuesta por más de 300 fotografías del maestro francés Cartier-Bresson con motivo del décimo aniversario de su muerte. Procedía de la homónima del centro Pompidou de París y estaba compuesta de copias vintage, es decir, reveladas en la época en que fueron tomadas. Estaba articulada en torno a tres ejes cronológicos: su etapa surrealista (1926-1935), sus obras relacionadas con el compromiso político comunista (hasta 1946) y los últimos años de su vida profesional, más identificados con el fotoperiodismo.



Henri Cartier-Bresson dejó a la posteridad algunas de las fotografías más importantes del siglo XX, marcando un estilo que acercó más que ningún otro el fotoperiodismo al arte. Creía que había que apuntar la cámara a la vez con el ojo, la cabeza y el corazón. Su obsesión era atrapar el instante preciso para eternizarlo. Toda su obra consiste en captar la poesía de ese instante, acompañada del azar. Casi todas sus fotografías contienen estos dos elementos.


Le interesaba la gente hasta tal punto que se preocupaba más de fotografiar sus reacciones ante un acontecimiento que el propio acontecimiento. Su estrategia consistía en ignorar lo que los demás consideraban que era lo importante para dedicarse a captar las reacciones humanas.

Diciembre 1948. Fotografía de Cartier-Bresson para la revista Life durante la transición de China al comunismo. Cola para cambiar papel moneda por oro delante de un banco.



Fue fundador de la agencia Magnum, junto a Robert Capa y David Seymour, compañeros suyos en el periódico Ce Soir. 

En la cima de su carrera, Cartier-Bresson decidió abandonar la fotografía y volver a la pintura y el dibujo de sus orígenes. En parte, dijo, porque el periodismo actual había sustituido al reportaje por la mera ilustración. Sin embargo, no llegó a abandonar del todo la fotografía (en el bolsillo de su ropa siempre llevaba una Leica), pero dejó de dedicarse profesionalmente a ella y sólo preparaba exposiciones para museos y galerías.

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